Como el ave solitaria yo nací para cantar es para mí la aventura como una fruta madura que me gusta saborear; hace tiempo solté amarras con el mundo familiar me fuí volviendo cigarra por culpa de una guitarra y amor a la libertad. Me gusta ir volando bajo para cantarle a destajo al viento, al cielo, y al mar de noche echarme en la huella para contar las estrellas y ver el alba llegar como el ave solitaria yo nací para cantar. A veces soy como paria a solas tengo que andar ah lo que vale un amigo cuando te ofrece el abrigo cuando comparte su pan; casi siempre es solidaria el alma con la amistad porque es ella quién valora lo que cuesta cada hora de constante soledad. Me gusta ir volando bajo para cantarle a destajo al viento, al cielo, y al mar de noche echarme en la huella para contar las estrellas y ver el alba llegar como el ave solitaria yo nací para cantar. Sé muy bién que es necesaria la rama donde anidar mi canto en un atropello se enredó en unos cabellos y no lo quisé soltar; hasta el ave solitaria también se deja atrapar en la cárcel de unos ojos el amor echó cerrojos y fuimos dos a cantar. Me gusta ir volando bajo para cantarle a destajo al viento, al cielo, y al mar de noche echarme en la huella para contar las estrellas y ver el alba llegar como el ave solitaria yo nací para cantar.