Me llegará lentamente, y me hallara distraído Probablemente dormido, sobre un colchón de laureles Se instalara en el espejo, inevitable y serena Y empezara su faena, por los primeros bosquejos Con unas hebras de plata, me pintara los cabellos Y alguna línea en el cuello, que tapara la corbata Aumentara mi codicia, mis mañas y mis antojos Y me dará un par de anteojos, para sufrir las noticias La vejez, esta a la vuelta de cualquier esquina, Ahí donde uno, menos se imagina Se nos presenta, por primera vez La vejez, es la más dura de las dictaduras La grave ceremonia de clausura De lo que fue la juventud, alguna vez Con admirable destrezas, como el mejor artesano, Le irá quitando a mis manos, toda su antigua firmeza Y asesorando al galeno, me hará prohibir el cigarro Porque dirán, que el catarro, viene ganando terreno Me inventara un par de excusas, Para menguar la impotencia, Que vale más la experiencia, Que pretensiones ilusas Y llegar la bufanda, las zapatillas de paño Y el reuma que año tras año, aumentara su demanda La vejez, es la antesala de lo inevitable El ultimo camino transitable Ante la duda, que vendrá después La vejez, es todo el equipaje de una vida Dispuesto ante la puerta de salida Por la que no se puede ya, volver A lo mejor más que viejo, seré un anciano honorable Tranquilo y lo más probable, gran decidor de consejos. A lo peor por celosa, me apartar de la gente, y cortara lentamente, Mis pobres, últimas rosas, (La vejez, esta a la vuelta de cualquier esquina, Ahí donde uno, menos se imagina Se nos presenta, por primera vez) La vejez, es la más dura de las dictaduras La grave ceremonia de clausura De lo que fue la juventud, alguna vez