Dime, porqué la montaña, no ha podido olvidarse del mar, el ingrato se fué una maña, y no quiso jamás regresar. Con señora paciencia lo espera, y va soñando que ya ha de volver, y los rios son llanto de pena, pena del que ha perdido un querer. Dime, hermano es verdad que la luna, es el sol que se ha ido a banar, y que ha vuelto cubierto de espuma, salpicando la obscuridad. Dime, hermano será que las olas , pedacitos inquietos de mar, sólo hasta el horizonte se asoman, porque no han aprendido a nadar. No quiero yo saber, cómo se mueve el universo, yo solo se que con un beso, le da sentido y vida a mi voz. Quién mueve tanto el mar, quién enciende el firmamento, que me lo digan tus ojitos, luz de mi verso y de mi canto. Introd... Dime hermano es verdad, que el desierto, ha perdido las ganas, de amar, cada noche, las nubes lo besan, pero agua no quieren dejar. Dime, hermano la naturaleza, que me enseña del bién y del mal, tiene acaso una eterna tristeza, la razón le ha enterrado un puñal. Dime, hermano porqué las estrellas, no las dejan salir a pasear, con su forma redonda y coqueta, cierto es que se deben cuidar. Pero se dejó atrás los planetas, de un lejano sistema solar, que vivieron cerrando la puerta, y los tragó el infinito voraz. No quiero yo saber, cómo se mueve el universo, yo solo se que con un beso, le da sentido y vida a mi voz. Quién mueve tanto el mar, quién enciende el firmamento, que me lo digan tus ojitos, luz de mi verso y de mi canto. No quiero yo saber, cómo se mueve el universo, yo solo se que con un beso, le da sentido y vida a mi voz. Quién mueve tanto el mar, quién enciende el firmamento, que me lo digan tus ojitos, luz de mi verso y de mi canto.