Enjuga tus lágrimas, échate a reír. No tengas vergüenza, y tu rostro aclara; ¿por qué tanta pena?, ¿por qué tal sufrir? Ya sé que tu falta será para el mundo escándalo, risa, y hasta humillacion ; mas yo soy tu hermano, y al ser juez te juzgo según los dictados que da el corazón. No es falta la falta de dar luz a un niño: la ley de dar frutos es ley de la flor No peca quien brinda la fe de un cariño, no es crimen en darse confiada al amor. cobarde es el hombre que infiere la ofensa; infame es el hombre que bebe y se va, y deja en la fuente, la flor y no piensa no piensa siquiera que un ser nacerá. La madre casada, la madre soltera son todas iguales: son una, no dos; lo nieguen las leyes, lo niegue quien quiera, ¡son todas iguales delante de Dios!