Se congregaban en la plaza para ver que el sol cayera y otro atardecer; aquella gente, de aquel país, que aunque pequeño era feliz. Se saludaban por la calle al caminar, una sonrisa viene y otra va. De verde el parque, y algún balcón pinta la acera de color. Y es verdad, no crea que fue ficticio, aún existe el oficio de dedicarse a soñar. Y es verdad, y vale más que lo crea, porque los pies en la tierra se nos ensucian más. En esta tierra sólo existe la verdad, la democracia y la libertad; nada de guerras, ni quien da más. El poderoso me da igual. Y es verdad (etc.)