La voluntad atada y no, no hay nada que hacer contra una mujer que nos atrapa. Aparta con la mano luz de sombra, y su voz, se vuelve sin más, fuego y desvelo. Trueque de sonrisas por el sol reptando la razón... serpiente. Y nada nos detiene, ante su faz, ya somos uno más de los que pierden... La voluntad atada (etc.) La noche decolora en gris y el tiempo entre más transcurre la paz nos va dejando. Luego sigilosa la verdad, detrás del ventanal, nos mira; y a solas nos descubre algún dolor, baila mostrándonos lo que es la vida. La voluntad atada (etc.)