Cerré, esa puerta cerré, pero dejé abierta la amistad; me equivoqué. Colgué el espejo del perdón y nadie se miró. Cerré, esa puerta cerré, yo no quiero salir fuera el frío ha secado mi jardín. Fuera el tambor truena sin compasión, se están muriendo sin tu calor. El alma en él en vez, si sientes, al revés... Siempre buscando equivocados pa' mostrarles su fracaso y nuestro ayer... Quién nos dicta el tiempo a los dos, quién dice que lo escribió, que no hay destino; eres tú y soy yo. Ya no está en las manos de Dios ni en las señales de amor. No existe suerte, eres tú. Tú y yo. Cerré, esa puerta cerré, pero no me escapo a le legión, al parecer. Cerré, pero no sé si es mejor estar fuera o dentro, no sé yo. Pero no me da miedo el amor, no me da miedo el rumor; Es una gota en el mar, en un diluvio es un charco. No me da miedo al error, no me da miedo el rencor; Es un discurso el titán, es una cuerda en un barco. Quién nos quita el tiempo a los dos, quién dice que lo escribió, que no hay destino; eres tú y soy yo. Ya no está en las manos de Dios ni en las señales de amor. No existe suerte, somos tú y yo. Quién nos quita el tiempo a los dos, quién dice que lo escribió, que no hay destino; eres tú y soy yo. Ya no está en las manos de Dios ni en las señales de amor. No existe suerte, somos tú y yo. La suerte no existe, somos tú y yo. Quién dice que diga pero sin andar diciendo, quién dice que diga amor, que tú eres mi suerte y yo soy, yo soy... Quién dice que diga pero sin andar diciendo.