INTRO: En mis pagos hay un árbol que del olvido le llaman donde van a despenarse, vidalitay, los moribundos del alma. INTERMEDIO: Para no pensar en vos bajo el árbol del olvido me acosté una nochecita, vidalitay, y me quedé bien dormido. INTERMEDIO: Al despertar de ese sueño pensaba en vos otra vez, pues me olvidé de olvidarte, vidalitáy, en cuantito me acosté. FINAL: