Con el invierno se terminaron los renglones de mi cuaderno, y la tinta ya ni pinta, tendría nostalgia de tinta china. Y escuchar tu risa loca, que me parece suficiente inspiración, los zapatos ya no caminan y ya terminó la próxima canción. Los cuatro jinetes de la poca monta no puden frenar la brisa tonta, es un ataque que termino en empate, dale balas de plata y que se maten. Y escuchar tu celosa risa es ir a misa a las 6 de la mañana, y al final la derrota gana, me voy al planeta corderoy. Me voy a la esquina a ver si llueve, tomé el alternativo en Canal 9, o se está moviendo el piso, es el planeta que se mueve. Si alguien se atreve a venir, o me canso de tanto reír, o tengo el cerebro frito o repito la misma canción. Al final todo sigue igual, al final todo cambia un poco, o tengo el cerebro frito o tengo el corazón roto.