Hoy, en mi cruel soledad recordando el ayer que jamás volverá hoy no queda nada no sientes nada por mí que estoy tan triste muriendo de amor hoy ya no sé qué pensar si hasta el cielo y el mar me han robado tu voz. Y tú vives tranquila muy tranquila porque tienes otro amor a quien le brindas lo que yo jamás de ti podré tener ilusionado con la dicha de tu amor. Y yo, sin la esperanza de tenerte alguna vez cerca de mí solo en mis noches con la pena de vivir pensando en ti tan lejos de ti. Hoy, ha llegado al final mi deseo febril de besarte otra vez y tú vives tranquila muy tranquila porque tienes otro amor a quien le brindas lo que yo jamás de ti podré tener ilusionado con la dicha de tu amor. Y yo, sin la esperanza de tenerte alguna vez cerca de mí solo en mis noches con la pena de vivir pensando en ti tan lejos de ti.