Intro: Una mujer viene a golpear mi puerta: aunque no sepa la contraseña que tocar, sabe que la puerta igual no mas le voy a abrir. Una ciudad viene a golpear mi mesa: la dejo servida, pero me la tumba igual, no me deja en pie ni silencio ni calcetín. Pero saberse igual a todo es lo que te hace diferente. Una guerra viene a golpear mi mesa, y entre los vientos y la mujer y yo mismo, me encuentra resuelto a mi familia defender. Y su muerte instala tremendos carteles y se toma el sitio donde antes vivía yo, y descubro que no es muerte, si no un falso dios. Me enseñaron a tener miedo y medio es justo lo que tengo: pero miedo de darme por vencido, miedo porque no avanzo solo. Un estallido viene a golpear los cuerpos, y me encuentra justo cuando por la calle entra, y le planto cara y quedo para la cagá, y todo el mundo viene a golpear a mi puerta y deja olvidado no sé qué inmenso dolor, y lo siento mío y le compongo una canción. Me enseñaron que no se llora, pero llanto me apodan mis amigos. Duele tener tan poquitas manos, duele no tener poderes como el mar o los truenos, ser tan poca cosa y tener tanta ambición. Llanto de ver pena ajena en el espejo, indignarme, levantar el puño y gritar, y ver que me miran como estúpido al pasar. Me enseñaron a tener miedo y medio es justo lo que tengo, pero miedo a darme por vencido, miedo a no abrir la puerta al lodo, los amores, las batallas, las ideas y los mundos.