Llegaron ya los reyes y eran tres, Melchor, Gaspar, y el negro Baltasar. Arrope y miel, le llevarán, y un poncho blanco de alpaca real. Changos y chinitas duérmanse, que ya Melchor, Gaspar y Baltasar, todos los regalos dejarán, para jugar mañana al despertar. El Niño Dios, muy bien lo agradeció, comió la miel y el poncho lo abrigó, y fue después, que los miró, y a medianoche el sol relumbró.