¡Bienhaiga! niña Rosario todos los hijos que tiene, ¡millones de argentinitos vestidos como de nieve! ¡millones de argentinitos vestidos como de nieve! Con manos sucias de tiza siembras semillas de letras y crecen abecedarios pacientemente maestra. Yo sé los sueños que sueñas Rosarito Vera, tu vocación, pide una ronda de blancos delantales frente al misterio del pizarrón. Tu oficio, que lindo oficio magia del pueblo en las aulas. Milagro de alfarería sonrisa de la mañana. Palotes, sumas y restas tus armas son, maestrita, ganando mansas batallas, ganándolas día a día.