Una y otra vuelta en un nudo demencial mientras los trozos caen sin cesar a mi alrededor ya no importa lo que antes sucedió, si no como me siento ahora que llegó el final y no habrá nada ni nadie sin palabras ni silencios que me saquen del error de tal vez no gritar y escuchar sin pelear de aguantar sin pensar de quererte dominar. Evitando el dolor, del que vuelve sin voltear la mirada una vez, de que veas el terror de una noche sin final en un triste muladar esperando que vuelvas sentado en el colchón las paredes se tiñen verdes con mi dolor, los gallos no respetan el tic tac de mi reloj, un cigarro trás otro..