Sale loco de contento con su cargamento para la ciudad, ai para la ciudad. Lleva, en su pensamiento todo un mundo lleno de felicidad, sí de felicidad. Piensa remediar la situación del hogar que es toda su ilusión. Y alegre, el jibarito va pensando así, diciendo así, cantando así, por el camino. Si yo vendo la carga mi dios querido un traje a mi viejita voy a comprar. Y alegre también su yegua va al presentir que su cantar es todo un himno de alegría. En eso los sorprende la luz del día, y llegan al mercado de la ciudad. Pasa la mañana entera sin que nadie quiera su carga comprar, hay su carga comprar. Todo, todo está desierto el pueblo está muerto de necesidad, sí de necesidad. Se oyen este lamento por doquier de la desdichada borinquen, si Y triste el jibarito va pensando así, diciendo así, llorando así por el camino, que será de borinquen mi Dios querido que será de mis hijos y de mi hogar. Borinquen, la tierra del eden y que al cantar el gran Gaudie llamó la perla de los mares, ahora que te mueres con tus pesares déjame que te cante yo también.