Oíd riojanos el grito del Chacho Resonando en el llano infernal, Encendiendo en la sangre del chango Los volcanes de la libertad. Ved jirones de ponchos y lanzas En duro entrevero bajo el quebrachal, Y la voz de Quiroga, un trueno, Acallado por ser federal. No olvidéis que en el cerro ha quedado La oración de este pueblo diaguita, Que escuchando el violín de Solano Su palabra bendita aprendió. Llevad con la fuerza del Zonda y del sol, Por fértiles valles, por llanos ardientes, Por cerros chayeros de nieves eternas, Tu espíritu noble, tu indígena sangre. Llevad con la fuerza del Zonda y del sol, Por fértiles valles, por llanos ardientes, Por cerros chayeros de nieves eternas, Tu orgullo indomable y tu amor a Dios.