La piragua, la piragua, la piragua, la piragua... Me contaron lo abuelos que hace tiempo, navegaba en el Cesar una piragua, que partia del Banco viejo puerto a las playas de amor en Chimichagua. Zapoteando el vendaval se estremecia e impasible desafiaba la tormenta, y un ejercito de estrellas la seguia tachonandola de luz y de leyenda. Era la piragua de Guillermo Cubillos, era la piragua, era la piragua. (2x) Doce bogas con la piel color majagua y con ellos el temible Pedro Albundia, en las noches a los remos le arrancaban un melodico rugir de hermosa cumbia. Doce sombras, ahora viejos ya no reman, ya no cruje el maderamen en el agua, solo quedan los recuerdos en la arena donde yace dormitando la piragua.