Una vez más como tantas otra vez, Tú me haces recordar que tu amor es como el mar profundo. Miro hacia atrás, me detengo a contemplar que tu mano me sostuvo paso a paso al caminar. Señor cómo dudar de tus promesas, si puedo ver que cada día eres fiel; tu perdón sana mis heridas. Y aunque no merezco tu favor me proteges pues la niña de tus ojos dices que soy para ti. Cuando al andar tenga miedo de luchar buscaré en tu palabra el valor que puedes dar a mi alma. En oración nuevas fuerzas me darás; tu poder será mi arma contra mi debilidad. Y si dudo en el camino sé que Tú me guiarás. Cuando llegue el desaliento sé que me confortarás. (sube un tono) Señor cómo dudar de tus promesas, si puedo ver que cada día eres fiel; tu perdón sana mis heridas. Y aunque no merezco tu favor me proteges pues la niña de tus ojos dices que soy para ti. La Gloria y la Honra sea para Nuestro Dios Un abrazo a Todos Ramón Ignacio Fuentes R.