Intro: Qué cálida es tu casa, oh Señor, Padre fiel, Creador. (bis) Hasta los pajarillos tienen pan y un hogar y sus crías, un nido y calor; podrán crecer en paz en tu casa, mi Dios, mi Señor. Son bienaventurados los que encuentran en ti su fuerza aún en la debilidad, su gozo al caminar en tu reino, mi Dios, mi Señor. Más vale un solo día peregrino ante ti que miles instalado en mi andar, en mi seguridad; tu gracia es mi verdad, mi escudo, mi Dios, mi Señor. (((Sólo un rasgueo hacia abajo, escuchar canción))) Qué cálido tu hogar, Señor, oh Dios, Padre fiel, Creador.