Con poder y autoridad nuestro Dios venció a la muerte, sobre el trono celestial siempre reinará. Sentado en majestad suyo es el reino por los siglos y por la eternidad su luz de gloria brillará. Admirable, conseje-ro mi Dios consolador, eres dig-no de alabanza príncipe de paz. Dios Les Bendiga...*** Julio Cesar Oviedo [email protected]