Las palabras hacen trampa, nunca creo en lo que nombran las palabras. Las palabras del temblor, del desatino, las palabras que desvien el destino, las palabras son sagradas, buen amigo. Las palabras me hacen falta, me hacen falta cien millones de palabra. Las palabras siempre se las lleva el viento, pero yo las necesito somos dos viejos amantes, muy chiflados, muy astutos, desafiantes. Sobre el arma con la que me das consuelo, el cuchillo que se hunde en mi pellejo. La apariencia bien organizada, las palabras son traiciones de alto vuelo. Las palabras hacen trampa, nunca creo en lo que nombran las palabras. Ahí se esconden muchos tontos importantes, pero no te creas nada de lo que te diga nadie, las palabras nos enseñan el coraje. Las palabras me hacen trampa, nunca creo en lo dicen tus palabras. Las mías son iguales siempre meten confusión, la tensión entre tus versos y el lenguaje, la tensión entre mis besos y tu amor. Son el arma con la que te doy consuelo, el cuchillo que te hundo en tu pellejo. La apariencia siempre bien organizada, las palabras son traiciones de alto vuelo. Las palabras me hacen falta, me hacen falta cien millones de palabras. Las palabras del amor y del hastío, las palabras que desvíen mi destino, las palabras son sagradas como el vino. Las palabras no me creo lo que dicen. Mis palabras son el centro del misterio. Las palabras nos explican lo que nunca entende-remos. Si fue cierto, fue mentira o si al fin fue todo un sueño. Mis palabras, las palabras.