Cuando le dije que la pasión por definición no puede durar como iba yo a saber que ella se iba a echar a llorar, No seas absurdo, me regañó, esa explicación nadie te la pidió así que guárdatela, mejor enferma tanta sinceridad. Y asi fue como aprendí que en historias de dos conviene a veces mentir, que ciertos engaños son narcóticos contra el mar de amor; yo le quería decir que la cárcel parece al deseo que un beso es sólo un asalto y la cama un ring de boxeo, que las caricías que mojan la piel y la sangre amotina se marchitan cuando las toca la sucia rutina, yo le quería decir la verdad por amarga que fuera contarle que el universo era mas ancho que sus caderas, le dibujaba un mundo real no uno de color de rosa pero ella prefería escuchar mentiras piadosas. (Puente) Y las caricias que mojan la piel y la sangre amotina se marchitan cuando las toca la sucia rutina. Y cuando por la quinta cerveza le hablé de esa chica que me hizó perder la cabeza, estalló 'vas a callarte de una vez por favor' Y así fue como aprendí . . . etc.