Anda preocupado por la calle, hoy llegará tarde a la oficina. Contará que el tráfico es fatal y se apuntará otra mentira. Colgará despacio su chaqueta, volverá de nuevo a la rutina. Tomará en la máquina un café y consumirá un nuevo día. Y soñará con una de catorce que le toque un día y que le salvará. Con una de catorce se arreglará. Y soñará con una de catorce que le toque un día y que le salvará. Con una de catorce se arreglará. Pero entre tanto llega la fortuna, tiene que ir al ritmo que le toca. Y vendrá el verano y Navidad y las horas fijas y las otras. Y su calendario manoseado cambiará por otro cualquier día. Y de su cabeza brotarán esas canas blancas atrevidas. Y soñará con una de catorce que le toque un día y que le salvará. Con una de catorce se arreglará. Y soñará con una de catorce que le toque un día y que le salvará. Con una de catorce se arreglará. Y soñará con una de catorce que le toque un día y que le salvará. Con una de catorce se arreglará.