Mariá cuando te nombro me sobreviene la calma y siento que soy más bueno y lloro por lo que no aman, Mariá cuando te nombro me sobreviene la calma y siento que soy más bueno y lloro por lo que no aman. Siempre recuedo Mariá allá por la calle ancha como un guerrero sediento bebí en tu boica mi alma, Mariá cuando te nombro me sobreviene la calma y siento que soy más bueno y lloro por lo que no aman. María cuando te nombro se me vienen caravanas de gorriones que imagino mensajes de que me amas, Mariá cuando te nombro me sobreviene la calma y siento que soy más bueno y lloro por lo que no aman. Llegaron unos amigos para cantar con guitarra y mi guitarra no quiso cantar porque vos no estabas, Mariá cuando te nombro me sobreviene la calma y siento que soy más bueno y lloro por lo que no aman. Y así podría María seguir cantando hasta el alba pero has llegado a mi lecho y así mueren las palabras, Mariá cuando te nombro me sobreviene la calma y siento que soy más bueno y lloro por lo que no aman, Mariá cuando te nombro me sobreviene la calma y siento que soy más bueno y lloro por lo que no aman . . . etc.