SOY UNA ASTILLA DE TIERRA QUE VUELVE HACIA SU ANTIGUA RAIZ MINERAL Hombre barro humano, de pureza animal, amas la noche, la luna como un lobo enamorado. Amas en su plenitud la vida, como un toro enceguecido. Cerro abismo monte, de ternura y niñez; tu vos que no se estremece, suena a bombo, sabia añosa. Dices del paisaje de tu gente, la belleza de mi tierra. Hermano del vino, cantor del amor; en el pulso tu sangre, cantarás hasta el fin. Arde una salina en tu garganta, por las lágrimas lloradas. Canta siempre canta, cantarás sin final; bramas como el río de mis valles, que por siglos se desborda; abrazando las orillas con su barro, como un loco apasionado. Eres el poeta, cuenta tu vivir; tienes la virtud de volver el color a las palabras. El oficio que heredaste de tu Padre; poeta siempre poeta.