'Te invento a veces con mi vanidad, tengo la convicción de que no existes, y sin embargo te oigo cada noche...' BENEDETTI. A Re, por aquel prodigio que se obstinó en anular. De pronto vi prodigios: Mareas de sombra y de luz subiendo por tu cuerpo en el centro de un contraluz. Oculto a tus espaldas el sol levantaba un altar. La luna en tu pupila Era una perla flotando en el mar. Y desperté del sueño o maravilla, no lo sé, y me volví: dormías dulcemente junto a mí. 'Despierta amor', te dije y todo ardía alrededor. Volvieron los prodigios Pero ahora eran pura verdad: tu cuerpo era la tierra y yo, el centro de gravedad. El tiempo se detuvo creando un instante inmortal. Tu cuerpo era el principio y el mío, su punto final. Y me dormí, vencido por el sueño junto a ti; luego soñé, soñé que despertaba y te busqué Te fuiste amor, y sólo hubo ceniza alrededor. Y ya no vi prodigios, ni luces, ni sombras, ni mar: Tu cuerpo era un vacío y su centro el frío polar. El sol de medianoche cayó en un eclipse total. La luna dibujaba una guadaña de juicio final.. Y desperté del sueño o pesadilla, no lo sé. Te descubrí velando mis terrores junto a mí. Volviste, amor y ardía el Universo alrededor.