Intro: Verso 1: Tú Señor que te quedaste, de manera tan sencilla, nuestro trigo se hizo pan, y la mesa está tendida. Verso 2: Este pan que ya es tu cuerpo, la verdadera comida, que da Fe a los que esperan y da fuerza al que camina. Ni el pan es pan, ni el vino es vino, Tu cuerpo y sangre, hoy compartimos. Y quédate, la noche es larga, te necesito, aquí en mi casa, aquí en mi casa. Verso 1: Tú Señor que te quedaste, de manera tan sencilla, nuestra vid se hizo vino y la mesa está servida. Verso 2: Este vino ya es tu sangre, A verdadera bebida, fuente de todo sediento, de verdad, de luz, de vida. **Estribillo** Verso 1: Tu Señor que me dijiste, que levantara mi cruz, y siguiera tu camino, porque en él había luz. Verso 2: Necesito tu alimento, que renueve mi confianza, para así entrar en tu reino, aceptar lo que me mandas. **Estribillo** Verso 1: Tu Señor que me dijiste, que me hiciera como un niño, para así entrar en tu reino, comprender que soy testigo. Verso 2: Caminemos de la mano, como dos grandes amigos, y no temeré a nada, pues te llevo dentro mío **Estribillo**