Me colgué de tu mirada, me resbalé en tu nariz, y salté de la catapulta de tu quijada. Después de echarme un chapuzón entre tus labios sin mas locomoción, que la imaginación. Fuí a parar a tu cuello, y de tu cuello a tu blusa y me colé por el orificio de un botón. Después de echarle un vistazo al corazón en alas de un avión, que es pura ilusión. Y ya dentro de tu blusa, fuí bordeando tu figura, midiendo beso a beso la extensión de tu estatura. Y tropecé con un cinturón que se ajustaba a tu cintura, que me devolvió a mi posición... a siete metros de tu ubicación. ** Y yo que no se como te llamas ni tu edad, donde vives, como piensas si compartes tu humedad. Heme aquí como un pirata hurgando tu intimidad, a siete metros de tu integridad. ** Derrapé por tu ombligo, fuí a parar hasta el fondo, y salí con la ayuda de un frágil vello, mientras buscaba una manera de burlar tu cinturón con pura imaginación. Soñando me hice un microbio, y pasé sin agacharme, y me deslumbró tu ropa interior, y cuando estaba a punto de encontrarte, me interrumpió un mesero... ¿Le sirvo otra igual?. Tráigame un whisky doble, y siéntase el dueño de mi desgracia, estaba a punto de hallarla cuando usted me interrumpió. Y volteé para verla y ella ya no estaba ahí, y me quedé como siempre, a siete metros de la realidad.