El día de San Eugenio, yendo hacia El Prado le conocí Era el torero de más tronío y el más castizo de "to" Madrid Iba en calesa, pidiendo guerra, y yo al mirarle me estremecí El al notarlo, salió del coche y muy garboso, vino hacia mi Tiró la capa con gesto altivo, y descubriéndose me dijo así. Pisa, morena, pisa con Garbo, que un relicario, que un relicario, Me voy a hacer con el trocito, de mi capote Que haya pisado, que haya pisado tan lindo pie Un Lunes abrileño él toreaba y a verle fui Nunca lo hiciera, que aquella tarde de sentimiento, creí morir Al dar un lance, cayó en la arena; se sintió herido, miró hacia mí. Un relicario sacó del pecho, y yo al instante reconocí Cuando el torero caía inerte, en su delirio decía así Pisa, morena, pisa con Garbo, que un relicario, que un relicario, Me voy a hacer con el trocito, de mi capote Que haya pisado, que haya pisado tan lindo pie