Fueron tantas las noches que soñé con tu amor Y tanto los momentos, de pasión maltrechos; Que cuando te me acercas, me da miedo tu olor Y me pone nerviosa, el calor de tu cuerpo Me pasaban las horas buscándote en mis sueños Y siempre amanecía con sabor amargo Me acostumbre a tus ausencias Y a quererte en silencio Y perdí entre lamentos, lo mejor de mis años Y cuando ayer sentí, que tus ojos me llamaban Un extraño calor, recorrió todo mi cuerpo Se volvieron a encender las cenizas apagadas Y una alegre llamarada borró el dolor del recuerdo No te marches ahora, No vuelvas a ocultar tus sentimientos Recuerda que un amor no se abandona Como un juguete roto en un trastero. Por una vez, se valiente, Y déjame quererte por entero Olvida las palabras de la gente Y vivamos para siempre un amor, verdadero.