Y ES QUE NO HAY MAYOR AMOR QUE DAR LA VIDA, QUE DAR LA VIDA POR AMOR (2). QUE DARLE A CRISTO EL CORAZÓN. Como grano que al morir da fruto y en espiga se transformará, así Cristo muerto en el sepulcro, en nosotros resucitará. Dale muerte a tu egoismo, a tu orgullo y a tu vanidad, déjalos que caigan en la tierra, pues muriendo tu florecerás. Cual Pastor que ama a sus ovejas y por siempre las protegerá. Nos conduce Cristo a buenos pastos, con su vida nos rescatará.