Hace tiempo que estoy con ganas de hacer una canción que me recuerde que no estoy cayendo. Cada momento que dejás no va a volver nunca jamás. Me voy hundiendo en el disfraz que me protege. Sigo a un hombre que pasó y es tarde para ver atrás. Siento latidos en el pecho a destiempo. La noche entibia la ciudad y no hay testigos que ocultar. De mi silencio escaparán algunas letras. Todos vuelan al lugar donde queda algo por soñar. De afuera parecés normal, yo voy adentro. Siempre correrás detrás de eso que no vas a alcanzar, y si pensás que no hay razón, es porque es cierto. Y nadie me podrá encontrar ahora que cubrí todo mi cuerpo con disfraces para volverme acero, de carreteras, de metal, de miles de autos que se van, hay un espejo que me sigue todo el tiempo. Yo nunca quise este papel aunque es mejor así, un rato antes del atardecer el cielo enloquece. Puedo verte en dos colores que no paran de cambiar. Cada momento que te siento deja un eco.