Cuanto más te necesito, me dejás caer al piso, sos la reina del vudú, controlás la multitud. Burundanga en mi cerebro, vos decís y te obedezco, tus mieles y tus delicias, no se tocan, sí se miran. Si sólo fueras como sos, sin tanta gente alrededor intentando figurar la era de la vanidad. Porque hoy lo entendí, tus deseos te condenan a vivir la ilusión, una vida sin sentido para mí, yo me resistí. Mi alma siempre desespera cuando ve que no te quedás, sos tan espectacular, mañana sólo una momia más. Mil errores en cadena me arrastraron a mis penas, yo puedo disimular, no sos mía, nada más. Nada va a hacerte mejor que conocerte bien a vos, tu alma brilla en la ciudad, no sé porqué la deformas. Porque hoy lo entendí, tus deseos te condenan a vivir la ilusión, una vida sin sentido para mí, yo lo resistí.