(x2) (x2) El capitán gritó: ¡eleven anclas! Tripulación corriendo a estribor; juraron no volver a esas playas, creyeron renunciar a ese dolor. Y el viento que hoy impulsa nuestras velas es el mismo que anoche apagó los cirios, candelabros, la marea: el puerto desapareció. Pero es el mar que hoy nos dejó tan desechos; es el mar, que un día será satisfechos. Por dejarnos atrás, y encontrar, en otras playas, nuestro hogar. , Am (x2) (x2) Pero es el mar que hoy nos dejó tan desechos; es el mar, que un día será satisfechos. Por dejarnos atrás, y encontrar, en otras playas, nuestro hogar.