Intro: En su espejo jamás encuentra una sonrisa, a las cinco la hora que se levanta. A su esposa jamás le sobra una caricia, él la mira y luego se desencanta. Abajo un carajillo en ese bar, donde el camarero si le va a escuchar. Donde juega la partida, por las tardes y se olvida... de volver a casa para cenar. Donde cura sus heridas, donde su vida no está podrida, donde su alma deja de llorar. Interludio: Y su jefe que le mira siempre con desprecio, arrogante, igual que un perro lo trata. Eso ayuda a que se sienta un poco mas necio, ajustando una junta de culata. Luego toma un vino en ese bar, donde el camarero que le va a contar. Donde juega la partida, por las tardes y se olvida... de volver a casa para cenar. Donde cura sus heridas, donde su vida no está podrida, donde su alma deja de llorar. Donde juega la partida, por las tardes y se olvida... de volver a casa para cenar. Donde cura sus heridas, donde su vida no está podrida, donde su alma deja de llorar. Final: