Siempre quise ser cantor pa´llevar en mi guitarra el paisaje de mi tierra y al hombre con su esperanza ser como el Mburucuyá que anda repartiendo flores por los montes más espesos por los ramajes más pobres Llegar con una milonga y las cuerdas bien templadas hasta aquel poblao perdido en el medio de la nada y decir: aquí estoy yo para lo que el pueblo mande que poco vale el cantor si no sabe a quien cantarle Qué más se puede pedir de un cantor y su guitarra que ofrezca su corazón y a veces tampoco alcanza no es cuestión de gargantear cantando bravuconadas pa´que la pradera crezca mejor la llovizna mansa No es buena cosa achacarle a un cantor y su guitarra la rebeldía o el grito que su canto despertara cuando la lluvia escasea y la sequía es machaza para incendiar pasto seco tan sólo basta una brasa Pobre de aquel que no siente cuando escucha una guitarra que el corazón bordonea y el alma se le dispara a mí me arruyó una copla y otra copla me dio alas y otra vendrá a despedirme | |bis 2 Pa´cuando ensille y me vaya. | Ritmo de Serranera.