(varias veces hasta que entra la letra) Mi amigo el que vive al lado También lee de pasada los diarios del mediodía Y sin embargo está firmemente convencido de que a su isla No llegará el vendabal Es cierto a pesar de los aullidos de las sirenas Las ventanas siguen encendidas Y la ciudad es como un mar Alegre de luces por la noche Pero la ropa, Pero la ropa en los tendederos se agita más de la cuenta Pero la ropa, Pero la ropa en los tendederos se agita más de la cuenta