Primero fue una simple calceta para abrigar mi entumido pie. Era de lana, de hermoso violeta, con gran esmero, tejida a croché. Después mamá tejió otra calceta porque de frío crujía el otro pie. Quedó más larga, pero más estrecha. No era violeta, si no que café. Desde aquel momento nunca más paró. Sentada frente a la tele tejió, tejió y tejió. Mi mamá me lo teje todo. Mi mamá me lo teje mal. Me hizo una larga bufanda en la que todos tropiezan y un gorro que me revienta la cabeza. Me hizo un guante taquillero que ahora uso de sombrero porque la loca le puso seis dedos. Mi mamá me lo teje todo. Mi mamá me lo teje mal. Después me hizo una mochila que se abre por debajo y los cuadernos se me van al carajo. Luego me hizo un chaleco con mangas hasta el codo y "Frankenstein" me pusieron de apodo. Mi mamá… (mamá, mamáaaa, mamáaaa…) Mi mamá… (mamá, mamáaaa, mamáaaa…) "Por favor, para, mamá" Le dije antes de explotar y ella me miró con incredulidad Me dijo: "hijo, ya está. No tienes porque gritar. Te tejo cosas porque te quiero tanto" "Y te amo, y te amo como el palillo ama a la lana". "Y te amo, y te amo Si no te gusta, le tejo a tu hermana". (Pausa) ¡Nooo! Mi mamá me lo teje todo. Mi mamá me lo teje mal. Mi mamamamamamamamamamamamama… Mi mamamamamamamamamamamamama… 31 Minutos.