Cuando salí de Salta, sólo me puse a llorar. Me iba llevando la vida por mi destino de cantar. Amontonando sueños, a mi guitarra cargué: tocando voy mis recuerdos y siempre pensando en volver. ESTRIBILLO Apenitas nombro a mi Salta, se me despierta el colla hecho baguala carnavalera y se hace aloja mi sangre salteña y carpera. Repechando caminos con mi sueño de cantor, lo fui domando al destino, sembrando sueños copleros. No me han volteao los tiempos, ni las heladas ni el sol; tan sólo tus ojos negros me han doblegao el corazón.