Te duelen los ojos, sienten como se hinchan, toca remar. Me balanceo en hilos de coser, estoy a punto de caer. Apuras el café, apartas el diario y te vas. Agarras calendarios y te mientes y al romperlo pretendes al tiempo engañar. Y te levantas, enciendes la luz y te parece que hiere. Y te bañas y al caer el agua te parece que empapa de más. No estoy hecha para mi... En cambio cuando te miro todo cobra sentido, y si vale la pena es por ti... Me oprimen el pecho, se entrecorta la respiración. Lamo mi sudor, el mismo que recuerda que sigue latiendo el corazón. El día es hielo y sin embargo yo logro arder. Temo al alma por su dictadura y cobardía que rompe al caer. Y me consumo al pensar en cómo y dónde estarás. Y me asfixio cuando pienso en lo que pudo ser y nunca será... Hasta el silencio se deja oír... En cambio cuando te miro todo cobra sentido, y si vale la pena es por ti...