Intro: Tiempos de odio, de guerra y dolor; la voz del justo sostiene la fe, tu pueblo espera en silencio el Amor; ya los profetas enseñan a ver. Que tus promesas se cumplen, ¡oh Dios!, Niño pequeño entre mula y buey, una doncella escogiste, Señor; Ella nos trajo al único Rey. Son dos mil años de tu redención y te esperamos llenos de dolor; el corazón va latiendo de amor y entre nosotros estás Tú, Señor. Te esperamos, Señor, y aquí estás, Misterio Dulce, insondable es tu Plan. En un pequeño pedazo de pan tu misma vida de nuevo nos das. Entre nosotros moraste, Señor; nuestra tierra recogió tu sudor; tu risa tierna nos ilumino; tu bendición para todos llovió. Y ya no hubo hombre ni mujer que no pudiera por ti merecer esta alegría de tu compartir porque nos diste tu vida a vivir. Santa María, Madre del Amor, José, custodio de nuestro Señor, Niño pequeño que vienes a dar esta alegría que no va a acabar. ¡Santa familia, oh casa de Dios, el corazón se comienza a inflamar! ¡Iglesia Santa que Cristo fundó, ninguno sobra en este dulce hogar!