Eres tan dura cómo la piedra de mi mechero me saltan dudas, decir te quiero. Eres tan fría cómo el agua que baja libre de la montaña Y no lo entiendo, fue tan efímero el caminar de tu dedo en mi espalda dibujando un corazón. Le pido a la luna, que alumbre tu vida la mía hace ya tiempo, que ya está encendida con lo que me cuesta querer sólo a ratos mejor no te quiero será más barato. Cansado de ser el triste violinista que está en tu tejado tocando pa'l inglés siempre desafinado. Eres tan tenue, cómo la luz que alumbra mi vida la más madura, fruta prohibida. Tan diferente y parecida a la tormenta que se llevó mi vida. Y no lo entiendo, fue tan efímero el caminar de tu dedo en mi espalda dibujando un corazón. Y pido al cielo, que sepa comprender estos ataques de celos que me entran si yo no te vuelvo a ver. Le pido a la luna, que alumbre tu vida la mía hace ya tiempo, que ya está encendida con lo que me cuesta querer sólo a ratos mejor no te quiero será más barato. Cansado de ser el triste violinista que está en tu tejado tocando pa'l inglés siempre desafinado. Le pido a la luna, que alumbre tu vida la mía hace ya tiempo, que ya está encendida con lo que me cuesta querer sólo a ratos mejor no te quiero será más barato. Cansado de ser el triste violinista que está en tu tejado tocando pa'l inglés siempre desafinado.