Algunos nos inquietan y envenenan diciendo: “¡no hay dios!” Algunos de los nuestros vacilan: “¿de quien hablas?” Yo mismo, a veces, vivo sin tenerte en cuenta a ti, Y entonces me pregunto… ”¿serás tú para mí un espejismo?” Si te vuelves al oírme estarás en mi presencia. Si con amor sacas de lo vil lo bello, serás como mi boca. Cuando alguien te recibe a mí me recibe, si tu palabra Transparenta mi palabra, Si en su acogida, abres para mí la puerta, si en el saludo de paz Dejas hablar a mi espíritu. Permanece, mi discípulo permanece en mi palabra Permanece en el anuncio Que yo te elegí ) Para que vayas y des fruto.(bis)