Dios nos da su pan, pan de eternidad; en el convite del altar. Él es mi manjar. Él es mi manjar. Él es mi maná, el que se acerque al altar viva en hermandad. El Rey se hace mendigo, busca mi amor. ¡El Rey me invita a su mesa, qué gran honor! Quiero ser digno de su amor, quiero vivir en comunión. La cena está preparada en el altar. La cena es nuestra Pascua de libertad. Como manjar Él se nos da, él es el pan de eternidad.