Cerca del hogar que calienta mi alma, quiero yo saber lo que en comunidad Tú quieres de mí. Sintiendo el calor que me da tu palabra, quiero responder a lo que me pides sin que a nada yo pueda temer. A NADA, A NADA, NUNCA HE DE TEMER; YENDO JUNTO A TI, CON TUS OJOS DE FE, NUNCA HE DE TEMER. A NADA, A NADA, NUNCA HE DE TEMER; YENDO JUNTO A TI, CON TUS OJOS DE FE, NUNCA HE DE TEMER. Sólo he de beber de tu fuente de agua, sé que sólo ella será la que sacie mi hambre y mi sed. Tú eres el Señor que alimenta mi alma, y si hago mi opción por seguirte a ti nunca jamás yo temeré. A NADA... -SO LLlegan hasta mí momentos sin calma que me hacen dudar de si mi camino se orienta hacia ti. Comienza A faltar A paz en mi alma y sin esperarlo apareces Tú haciéndome ver que a nada he de temer. A NADA...