Si amas tu vida la perderás, y si la aborreces te salvarás. Quien busca a Cristo y se busca, viviendo está entre dos fuegos: el suyo que mata el alma y de él, al fuego eterno. Si amas tu vida la perderás, y si la aborreces te salvarás. Si quieres seguirme, ven, pero negando tu cuerpo. Toma contigo tu cruz y, en ti, estoy viviendo. Si amas tu vida la perderás, y si la aborreces te salvarás. Si buscas las cosas del mundo, pierde mi vida tu cuerpo. Si buscas tan sólo mi vida, entro yo en ti por entero.