- Haz que abandone la alforja que hasta ahora he llevado. Haz que rechace el vestido que traje has aquí. Haz que me quede desnudo ante tu presencia. Haz que abandone mi vieja razón de existir. Maranathá, ven Señor, Jesús. Maranathá, ven Señor, Jesús. Maranathá, ven Señor, Jesús. Maranathá, ven Señor, Jesús. - Dame valor en la lucha que traigo conmigo. Haz que comprenda que sólo un rival tengo yo. Ese rival es mi orgullo que siento por dentro. Cuando me venza a mí mismo seré ya de Dios.